lunes, 30 de marzo de 2009

El indomable corazón de ...


Con los avatares del destino no se puede luchar. Mi pequeña enfermó en el fin de semana propuesto para nuestro baile inaugural. La verdad, se que había muchos interesados en asistir pero NADIE trajo un soneto para mí. Estarán preocupados por los derechos de autor/a o algo por el estilo.


De todas estas circunstancias voy a colgar un anuncio en el Times, de forma que todos aquéllos que de la alta sociedad y ociosos intereses se informen para acudir a mi cita. Esta ocasión no pediré prenda (Ni soneto alguno que se precie) porque no tuvo éxito alguno mi convocatoria. Me conformaré con mandar mis letras y excusas con el correo a otros condados cercanos sobre poesía. Y la prosa y lo prosaico, los dejaré para mi vida cotidiana.

lunes, 23 de marzo de 2009

El fantasma de la ópera

Gastón Leroux me ha sorprendido con una historia superior, romántica hasta dónde a mí me es posible sentir las líneas escritas por alguien con un mínimo de sensibilidad. Aunque yo ya había tenido ocasión de leer a monsieur Leroux en el misterio del cuarto amarillo y el perfume de la dama de negro eran novelas policíacas, interesantes pero no existió en modo alguno el poder de emocionar que tiene esta novela. (Puede que algo influya mi estado anímico que ahora mismo es una esponja para un átomo de romanticismo). Hoy es mi aniversario como dicen en algún lugar, nadie se ha acordado aun pero anunciaré la inminente celebración de un baile el viernes noche próximo, al que espero acudirán todos con un regalo para mí.
Será un soneto sólo lo que les pida, pero un soneto hondo de sentimientos donde manifiesten cualquier cosa que en sus almas lata, que les rebele, que les duela o les encante. Sólo les pido el soneto. Hasta entonces, preparénse para celebrar la entrada de la primavera...

Marian

viernes, 20 de marzo de 2009

Regaladme un soneto

Esta entrada es con prisa, pero con esperanzas, espero un soneto de 'vuesas mercedes', yo os regalo uno, con estos versos:


Vaga la mía musa entre la gente,
vuelve su faz, devuelve su llamada,
confunde la memoria de esta enamorada,
evoca al aire el gesto del ausente.


Llámele AMOR por fin en el presente
libere prejuicios solo con su mirada
acérquese cuán pueda, sienta que no hay más nada...
atenace al orgullo que recorre su frente.


El deseo que es amigo del fuego y de la ausencia,
le obliga a comprender su poder en mi vida,
me lleva a querer más, agota la paciencia

de mi ser, todo pensé, maleta, corta huida...
Sólo llegué a atisbar en el bosque su esencia:
en el árbol, la flor por vos recien nacida

jueves, 19 de marzo de 2009

La hermosa campiña inglesa




Cuando el calor empieza a rondar mi ciudad, y se hace presente un día tras otro mi mente va a buscar, como sedienta la frescura de las tierras inglesas que conocí hace ya doce largos años.





Con gusto volvería por allí en cualquiera de estas horas a Dartmoor por ejemplo a contemplar de nuevo estas instantáneas. La lluvia es amiga mía, y como en la película de Pride&Prejudice2005, compartir alguna conversación bajo ella, sin más prisa que la de darse un baño caliente para entrar en calor. Un plan perfecto en un lugar perfecto.




jueves, 5 de marzo de 2009

Darcy's letter

La carta. Ah! si yo hubiera recibido esa carta... Nada me hubiera producido una mayor turbación de espíritu. Intentar comprender los motivos que su mano tenía para escribir esas letras. Como en el film de 2005, Elisabeth pudo quedar anonadada. Él no tenía por qué escribirla, su alcurnia era mucho más superior y es por eso la magnífica importancia de su paso. Después del orgullo que seguía demostrando en cada línea, explicando los motivos que le habían impedido declarar antes sus sentimientos, yo, como buena (Bueno, mala) Elisabeth leo entre los renglones:
" Confío en usted lo suficiente para entregarle mi alma por escrito ", " "Todos mis sentidos me dicen que no debo decirle todo ésto, pero mi sensibilidad me obliga a defenderme."

Palabras de peso, provocan en el Mr. Darcy interpretado por Collin Firth no dormir en toda la noche, escribiéndolas, y en la Liz de Keyra (2005) el paso de todo un día asimilándolas. Para ella, que Austen la dibuja en uno de sus paseos cerca de Rosings Park, mientras Darcy se acerca a entregarle su carta, una dificultad añadida: Ser mujer en el siglo XIX. No podía ella intentar hablar nada más con el autor de la carta, de intentarlo hubiera sido un atrevimiento buscarle, encontrarle y seguir discutiéndolo.

A Ambos solo les queda el tiempo para seguir reflexionando y ver al fin que su próximo encuentro (Será en el hermoso Pemberley) debe resultar para los dos una oportunidad de acercamiento y de mejora de caracteres. De ahí la nueva actitud de Darcy al ver a ella en su casa, y Elisabeth también intentará ser menos visceral y acoger su cariño y atenciones(Mejor demostrados) de la mejor manera. Si ser testigo de la historia como lectora es apasionante, en primera persona es, debe de ser, ... sublime.