viernes, 18 de septiembre de 2009

Presentación del joven Michael Clark

Tras despedir a ambas señoras en la puerta del establecimiento, el joven Michael Clark preguntó a un cochero que justo paraba su carruaje por la familia que acababa de abandonar el lugar rumbo al cruce con Almonds St.
- Se trata de la viuda de Twist. Es una mujer con una fortuna considerable que dejó su marido hace poco más de medio año. Entre sus propiedades una residencia en Violet Place y otra para el verano en la costa adonde lleva todos sus criados.- Como el chico no respondiera y siguiera mirando en la dirección por donde había partido la calesa, el cochero hizo un movimiento de cabeza y aseguró:
- Trate bien a ese tipo de clientela y no se arrepentirá. Según dicen tiene una renta altísima aunque no es muy dada a las propinas. - Y dicho esto se marchó.
No se hubiera imaginado nunca que una mujer así de joven hubiera tenido tiempo para cortejo, casamiento e hija, y lo que era más, para enterrar a un marido pero, es que, como mi lector comprenderá no había tenido ojos más que para una de las damas.

Con estos pensamientos entró de nuevo en la tienda donde le esperaba con una mirada severa el señor Nells, supervisor de su horario, que por lo visto lo había seguido todo de cerca. Le dijo: -Mientras trabajes aquí, no hay tiempo para charlas sobre viudas, aunque sea la más rica de Inglaterra. Si pierdes tu empleo, puedes ir a pedir trabajo a su casa. Así que no hagas más méritos para estar en la calle Clark.

-Sí señor Nells.

- Pues claro, hombre. Sería tan fácil que te cases con su majestad, la princesa Mary como que lo hicieras con esa mujer. - Y poniendo los ojos en blanco delante de la perpleja mirada de Clark suspiró añadiendo:
- Debes buscar a alguien de tu clase en lugar de perseguir fortunas. Elige bien que tendrás que vivir con esa mujer el resto de tus días.

- Sí señor Nells.

- He oído que las mujeres de esa familia son insoportables.


Probablemente lo fueran. No tenía nada que ver la belleza exterior en una persona con la que pudiera tener interiormente. Sin embargo, Mr. Clark siempre alardeaba de no equivocarse con las personas, y en aquél momento pensaba exactamente lo mismo: No me equivocaría nunca y menos con el motor de su corazón que funcionaba a redoblados ritmos desde que sus ojos y los de Mrs. Twist se encontraron a la salida. Él, una persona alegre y franco con todo el mundo se descubrió pensando en Mrs. Twist todo el día y evitando hablar con cualquier compañero para no soltar toda la información que sus pequeñas pesquisas del día le habían ofrecido.

Al terminar la jornada, se dijo que bien podría llegar hasta Violet Place dando un paseo, con la excusa de tomar un poco de aire, y llevar a su madre unas violetas, que le encantaban. Bien, la floristería le recibió cerrada.- Habrían agotado las existencias- pensó y no contenta ni tranquila su alma aun miró con disimulo todos los buzones hasta dar con la casa de la viuda Twist. Sin saberlo, caminaba a pocos metros de la mujer que realmente ansiaba ver.

Con la decisión que tienen los corazones alentados por las jóvenes pasiones, aunque una pasión nunca puede ser vieja, pese a serlo su dueño, Mr. Clark hizo sonar el llamador. Los criados salían ya de prestar su servicio y la misma Mrs. Twist se asomó a la ventana.

- Sí ... ¿Quién es? ¿Qué demonios quieren a estas horas?- El sonido de aquéllas sórdidas y vulgares voces enmudecieron la garganta del joven Clark, que escondido bajo la cancela no podía creérselo. Esperó y aprovechando un claro de luna que asomaba tras una nube miró a la ventana para comprobar que aquélla mujer que increpaba desde arriba no tenía el rostro esperado. Así respiró tranquilo y se marchó.
Por la mañana, no llevaba andando cinco minutos camino del trabajo cuando vio de nuevo pasar aquél carruaje del día anterior y que iba en su misma dirección. Se apresuró para alcanzar la puerta del establecimiento antes que la viuda Twist llegase y lo consiguió pero Miss Sanders había entrado ya para ir quitando algunas prendas a los niños y que las tallas de ambos fueran medidas.

- Señora- Casi jadeó Mr. Clark. Buenos días. - Mientras presentaba sus respetos reconoció la voz de la mujer de la noche anterior en Violet Place. Sin duda se trataba de la misma persona.
- ¿Es usted el valet? - Pregunto Mrs. Twist con muy poca finura.
- No señora. Permítame el abrigo. ¿He de acompañarla a algún departamento en particular?
- No. Soy una asidua de estos almacenes y los conozco mejor que mi propia casa. Me dirijo a la sastrería.

Pasó delante de Mr. Clark rápidamente y no miró siquiera atrás. Por su parte Mr. Clark la siguió dejando unos metros al objeto de su persecución y pudo ver a la mujer, que se encontraba con Miss Sanders y los niños, a los que ya el sastre estaba tomando medidas.

Mr. Clark volvió para fichar a la entrada del trabajo y le entregaron toda la lista de tareas que le esperaba en su jornada. Con el montón de papeles bajo el brazo se encaminó a repartirlos entre sus compañeras, y mientras reía con ellas alguno riña del supervisor apareció de súbito Harriet buscando una cinta de medir nueva que una travesura del pequeño Henry le obligaba a solicitar. Sin embargo, Miss Sanders no rió como ellos, muy al contrario, algo parecido a los celos asomaron a los ojos de Harriet, pero los ojos de Michael Clark no los vieron, entretenido como estaba en aquél momento.
- Señorita, disculpe. ¿Podría indicarme donde conseguir una cinta métrica para la sastrería?

- Por supuesto, ahora mismo... - dejó inacabada la frase esperando conocer la identidad de su interlocutora.
- Harriet Sanders. Acompaño a la señora Twist.
- Sígame Miss Sanders.

martes, 15 de septiembre de 2009

Presentación de la heroína

Harriet había disfrutado mucho en los grandes almacenes. No estaba acostumbrada a que la trataran con cortesía ni con admiración. Si esto además llegaba de parte de una persona del sexo opuesto, podía impresionarla mucho más gratamente pero lo que de veras la había impresionado era el carácter cercano y a la vez educado del caballero.
- ¡Por Dios Harriet! - se dijo en silencio mientras el calesín restaba los metros que faltaban hasta Violet Place. ¡Como que un caballero! Acaso conocía ella a aquél hombre, le acababa de ver y ya le consideraba un caballero. En lo poco que pudo fijarse su belleza radicaba en unos ojos verdes muy agradables y también en su alegre carácter...
El carruaje se detuvo. Llegar a casa era la peor de las noticias, y, mucho más cuando las salidas de Harriet eran tan escasas. Sólo se ausentaba de su hogar para pisar la vivienda de enfrente. Vivía con su abuela, la señora Margaret Sanders, madre de su difunto padre, y una anciana de ochenta y muchos a la que adoraba. Como los padres de Harriet habían fallecido muchos años atrás sin legar propiedad alguna, la economía de nieta y abuela se sostenía gracias al servicio de la muchacha desde casi la infancia en casa de la viuda Twist a la que ya conocen. Así que, de hecho Harriet viviría a la abuela Margaret sólo después de acostar a los pequeños Henry y Grace y poner, como la viuda Twist decía, la casa en relativo orden. Los encierros de Harriet eran prolongados pero su espíritu ansiaba esa libertad que no poseía y que dependía enteramente de su estatus social, así que, se refugiaba junto a una vela y leía literatura española para sí y una entregada oyente.
La señora Sanders estaba muy bien pese a sus años pero ya se le iba haciendo cuesta arriba la llevanza de su hogar. Se preocupaba de aprovechar hasta el último penique del salario de su nieta, y mientras, la nieta se preocupaba en encontrar una casa mejor donde su salario fuese más alto. En su barrio no había muchos niños, por tanto, muy pocas necesidades de institutriz, y no se veía cuidando de otros críos más adorables pese al talante desagradable de su progenitora.
Era a estos a quienes había consagrado su primera juventud contando ya con veinticuatro años que el siguiente marzo serían veinticinco.
Las únicas salidas en la familia Twist en invierno eran las compras y la iglesia y no siempre los niños debían hacerlas así que tendría que esperar a bien avanzada la primavera para disfrutar del campo con Henry y Grace. Harriet se ilusionaba al pensar que Grace ya andaría para entonces y estaría graciosísima con sus pasitos torpes.
Aquélla noche tras acomodar todo al gusto de Mrs. Twist, ésta le dijo:
- La lección de Henry de mañana tendrá que esperar. Debo preparar ropa de abrigo para los niños y han de tomarles medidas en la tienda. Así pues, saldremos una hora antes. He visto unos tejidos monísimos. Hasta mañana Harriet.
- Hasta mañana Mrs. Twist.
Harriet cruzó la calle asumiendo que para aquélla mujer la educación tenía menos importancia que las modas y las telas, preparó la cena y sin leer ni una página del Cervantes que esperaba en la mesita, las dos damas se acostaron para poder madrugar. La mañana llegaría pronto a Violet place.

lunes, 14 de septiembre de 2009

Presentación de la anti-heroína

Cuando Miss Harriet entró en los grandes almacenes, todos aquéllos pasillos vistosos le nublaron la vista. Acompañada como iba de su vecina y protectora la señora Twist, pronto hubo de espabilar para seguirla en su endiablada persecución de ofertas. Y es que, Mrs. Twist compraba de forma mecánica todo lo que las estanterías podían ofrecerle. Aquél día además, llevaban consigo a su segunda criatura, un bebé de menos de un año que aun no andaba. Harriet, sostenía a la niña en sus brazos y seguía a la madre como mejor podía. Grace, la pequeña de la casa estaba más acostumbrada a sus brazos que a los de su propia madre y sentía su calor y balanceo encantada. Por otra parte, para su portadora no había momento en que no cuidara de ella sólo por el cariño que sentía hacia la pequeña. Veía además con desolación que Mrs. Twist era una madre frívola, que había sido una esposa no menos frívola y que el tiempo no curaría aquélla frivolidad. Así pues, en esas cuitas se hallaba cuando al cruzar el pasillo de los licores casi tropieza con un empleado que en ese momento colocaba botellas de vino del país.
- Lo siento. Se disculpó Harriet, que con la mirada baja no obtenía más información de su interlocutor que el color del pantalón y zapatos del uniforme.
- No se preocupe, señori..., perdón señora. ¿Pero cómo se llama esta criatura tan bella?- Su voz sonaba dulce y susurrante pensó Harriet y levantó la mirada decidiendo aun si debía entretenerse y en caso de hacerlo, buscando una excusa para dar a su exigente protectora.
-Grace- y mientras pronunciaba el nombre de la bebé su mirada se cruzó unos momentos con el muchacho que le hablaba.
- ¿Y su apellido es?- Twist.
- Encantado señora Twist, un placer conocerla. - Mientras él decía esto Harriet ya escapaba por el siguiente corredor en pos de Mrs. Twist y dejaba atrás un pensamiento de admiración por ella por encima de lo que una dama pueda obviar de un caballero flechado por Cupido (En cuyos inexpugnables pensamientos no me atrevería a aventurarme).
-¡Por fin has llegado!- Le gritó Mrs. Twist. - ¡Ayúdame con todas estas bolsas! Yo cogeré a la pequeña, ven aquí cariñito mío, ven con mamá.- Harriet se disponía a coger la compra y el muchacho que había encontrado en la licorería, apresurándose le dijo: -Mrs. Twist, permítame.- Y cogiendo las bolsas salió del establecimiento dejando a Harriet sin sospechar el error al que había llevado ella misma a aquel hombre y con su vecina henchida por el orgullo de ver que incluso en aquél lado de la ciudad era conocida y admirada.
Ambas mujeres salieron a buen paso hasta el carruaje, en el que Mrs. Twist entró de la diligente mano del trabajador, seguida por Harriet a la que aquél contacto cálido, incluso debajo de los guantes que el invierno las obligaba a llevar le oprimió el estómago y le fijó la imagen de aquel muchacho en la mente.

domingo, 28 de junio de 2009

PELÍCULAS QUE ADORO:
- Orgullo y prejuicio 2005 por supuesto chicas

- El diario de Noa

- Chocolate

- Persuasión con Rupert Penry - Jones

- Shakespeare in love

- El señor de los anillos (La comunidad del anillo)

- Piratas del Caribe y en general cualquiera en la que actúe Johny D.

- Antes del amanecer



CANCIONES QUE ME ENLOQUECEN:
Cualquiera de REM
Viva la vida de Coldplay
Galilea de Sergio Dalma
Ojalá que tengas suerte del Sueño de Morfeo
Ojalá pudiera borrarte de Maná
Peter Pan de El Canto del Loco
Corazón Partío de Alejandro Sanz
Déjame vivir de Chambao y Jarabe de Palo
It's too late to apologise - No recuerdo el autor/es


LIBROS QUE AMO:
El museo de los sueños de Joan Manuel Gisbert aunque sea para jovencitos
Orgullo y Prejuicio de Jane Austen
Insolación de Emilia Pardo Bazán


Se lo debí desde hace time a Guacimara ;)

jueves, 18 de junio de 2009

Los finales de Jane, el final de Jane


He tenido esta semana oportunidad de ver la pelicula Becoming Jane basada en la vida de Jane Austen. Y no he llorado mas porque no me quedaron lagrimas. Tras verla, un amargo sabor de boca se ha apoderado de mi persona, y no acierto a comprender como vivio tanto (A pesar de su corta vida) para contar las bellas historias que nos regala. Tambien me pregunto porque las existencias tenian y tienen a veces tantos *Depende y tantos *Pero...

Se pierden tantos y tantos momentos de felicidad a causa de ellos...

Si hubiera sido en otra epoca de la historia quizas Tom Lefroy no se hubiera escapado, o quizas hubieran tenido una segunda oportunidad .

Sea como fuere, la genial escritora no deja de sorprenderme.

martes, 9 de junio de 2009

De las letras a las palabras

Mi trabajo temporal llega a su fin... de momento. Entonces no se que forma tendré para poder actualizar el blog, pero prometo seguir haciéndolo. Lo necesito porque aprecio muchísimo los amig@s que aquí en este medio he encontrado y tengo que seguir muchas de las noticias que aquí me ofrecéis. GRACIAS A TOD@S!!


Él había dicho una mirada...
Mientras Elisabeth se encaminaba silenciosa hacia él, un cúmulo de sentimientos encontrados latía en el pecho del caballero: por encima de todo una felicidad completamente íntima y personal bailaba en su corazón. ¡Elisabeth había fijado su mirada en él y no la había retirado en el trayecto que les separaba más que para pestañear!

-Señorita Bennet.
- Sí, señor Darcy. Vino a visitarme su tía y me pidió algo que no pude concederle.
Fitzwilliam sonrió dudando aun si lo que imaginaba podía ser cierto.
- Convendrá usted conmigo en que es muchísmo mejor conversar y bailar que escribir cartas, es un trabajo harto pesado aunque usted tenga facilidad para ello.
-Es cierto Elisabeth. La primera conversación como en los bailes se la reservo a usted. Antes, déjeme que hable con su padre.

viernes, 29 de mayo de 2009

Retraso en el correo

Elisabeth creyó que el señor Darcy no iba a responderle, pero en su fuero interno esperaba que aunque las letras no llegasen, si llegara su visita. ¿Cuál no sería su nerviosismo cuando les vio encaminarse a la entrada principal de Longbourn, a Bingley y a él?

Sin saber qué hacer se colocó lo más cerca posible de la puerta, por si podían intercambiar algun 'mensaje', incluso corto. En lugar de la voz de Darcy, que ocupaba el extremo opuesto al entrar, ella recibió un pequeño libro de sonetos de manos del señor Bingley que se vio obligada a coger con disimulo, ante la atónita mirada de Jane, que comprendía bien poco de la razón de aquél regalo. Incluso la buena hermana quedó descolocada por el comportamiento de su prometido.

...

Los planes eran salir a dar una vuelta por los jardines e ir a mirar trajes de boda a Meriton, allí se harían dos comitivas. Por supuesto los caballeros ver ningún modelo de novia y viceversa las damas con los de novio. Así y todo cuando Elisabeth salía dando el brazo a su madre, y el libro cayó de sus manos pudo ver dentro una nota que decía:

<<
Amada Elisabeth:
Desconozco cómo siempre llega a las noticias que deseo esconder, incluso, cuando esas noticias están en mi mismo corazón. De cualquier forma y si no lo sospecha ya, USTED es el motor de todos mis comportamientos, espero que al llegar a su casa la encontraré menos triste que la última vez que nos vimos. ESO será para mí una meta alcanzada, una batalla ganada.
Aunque mis argumentos actuales (Quizá sí los pasados) no tienen nada de 'bélicos' continuaré con esta jerga hasta ganar 'la guerra'.
Mis sentimientos no han cambiado Elisabeth, lo sabe muy bien. Pero no quiero molestarla más si usted no va a aceptarme, sé que usted me estima lo suficiente para no mentirme. Y su pasada carta ha sido como una ventana abierta a mi esperanza. Sólo una mirada suya me bastará. Sabré si tengo que quedarme o que marcharme.

Suyo, F. D.>>


miércoles, 20 de mayo de 2009

Entrega urgente

Señor Darcy:

Obvio la fecha incluso de esta nota, para decirle que estoy escribiendo ahora mismo, y que mi hermana pequeña me ha dado una información verdaderamente sorprendente. Esto es demasiado, demasiado. No he sido lo que se dice buena con usted, mis prejuicios desde el primer momento y el orgullo de ambos que no ha colaborado en nuestros escasos diálogos.

Si usted ya conoce el asunto del que le estoy hablando precisamente porque usted ha tomado parte para solucionarlo TODO sin querer rebelarlo, permítame al menos que confirme la veracidad de lo ocurrido sobre el matrimonio de Lydia. Dijo usted esta mañana en casa que no se quedaría, estando delante mi madre y hermanas no quise quitarles ningún protagonismo. Puesto que ya se conocen las intenciones del señor Bingley (Estoy tan contenta por ambos), y ya mi padre ha dado su consentimiento ¿No podría postergar su partida y que habláramos al menos?

DEBEMOS HABLAR sin falta o no podría perdonarme el seguir cometiendo una injusticia a su forma de ser, a su carácter.
Encuentre una oportunidad usted, acompañe a Charles en otra visita a Longbourn, déjeme al menos saber lo que ha ocurrido directamente por usted, déjeme por encima de todo agradecérselo.

Elisabeth

lunes, 18 de mayo de 2009

Pemberley, 18 de mayo 2009

Querida Elisabeth,

Me alegra enormemente lo que me cuenta en su carta, dentro de lo que un mal desenlace le auguraba en este caso ha tenido un final mejor del esperado. Para ustedes saber de su hermana habrá sido un alivio. Crea que la comprendo porque estuve a punto un día de perder a Georgiana. Mi deber como hermano, de protegerla, de estar con ella siempre no me hubiera permitido vivir en paz.

Espero que esa paz sí que les acompañe y que sus vidas sean un poco más tranquilas en estos días.
La primavera hace que me encuentre solo en Pemberley pues Georgiana ha ido a hacer sus examenes del Conservatorio en Londres, así que me reuniré con mi amigo en Netherfield Park lo antes posible para aprovechar el campo y ver como se encuentra: si a usted no le importa preguntaré a Bingley por su hermana, por si ha cambiado de opinión sobre la señorita Bennet. Si es favorable, lo sabrán ustedes incluso antes que yo.

Me gustaría acompañar a George si le puedo servir de alguna ayuda, algún apoyo y verla a usted sería muy agradable. Sin embargo, si su hermana les visita con su cuñado, está de más decir que mi visita no tendría mucho sentido, pues ya sabe lo adversa que me resulta su persona.

Emplazo, pues, a usted a alguna tarde de lectura, o algún paseo por Netherfield Park, en un día bastante próximo.

F. Darcy

jueves, 14 de mayo de 2009

Por fin, nuevas de Londres

Longbourn, 14 de mayo 2009

Querido señor:

Creía que nunca iba a poder decirle nada sobre mi hermana, injustamente creímos que Dios la había abandonado a su suerte y que nunca más sabríamos de ella. Sin embargo, mi tío la ha encontrado y estaba con Wickham. Parece que van a casarse y por una renta bastante corta para sorpresa de mi padre. Estos jóvenes deben estar al borde de la locura. Después del disgusto que nos han dado estarán pensando en trajes de novios y cosas por el estilo. La inminente boda no permitirá a nuestra familia acompañarles. Me alegro, no puedo sufrir ni un minuto la presencia de ellos, con su sorna y la satisfacción que parecen tener. Mis tíos actuarán de padrinos y debe bastar con esa representación de la familia. Después de todo, no han contado con nosotros para nada.

En unos días nos visitarán y entonces tendremos que recibirles. Jane dice que después de todo es nuestra hermana, debe tener razón.
Ahora si necesitaría yo un libro para despejar la mente, pero AHORA no estoy en condiciones de pedírselo.

Elisabeth Bennet.

miércoles, 13 de mayo de 2009

Cosas raras sobre mí


Después de un rato de lectura emocionante en el blog de Mamen
( http://mamen-bcn.blogspot.com/ )

Se me propone lo siguiente: Hay que mencionar quien me entregó este premio y poner el link de su blog para después escribir 7 cosas diferentes de ti y obsequiar el premio a otros 7 blogs:
1. Cuando tengo mucho mucho sueño saco un carácter para el que haría falta haber tomado mucho café.
2. Me encanta vivir en el campo alejada de toda forma de civilización
3. Nunca enciendo el teléfono móvil ni el internet si puedo evitarlo
4. Me apasiona cualquier historia de tiempos lejanos al que vivo
5. Odio la inactividad
6. Haría lo que fuera por un libro romántico
7. Nunca arreglo mi pelo en la peluquería

Prácticamente todos mis amigos tienen el premio y ya dijeron las 7 cosas
que les distinguen del resto del mundo pero me gustaría premiar a:

miércoles, 6 de mayo de 2009

Mi primer premio




Estoy como niña con zapatos nuevos, porque recibí hoy el primer premio de mi blog. Otorgado por Luciana en http://buscandoamrdarcy.blogspot.com , me ha hecho mucha ilusión, significa que somos ya un cierto número de blogs afines a Orgullo y Prejuicio. Cuando empecé a interesarme pensé que ya que no podía contagiar a nadie mi entusiasmo por el tema, crearía un blog.
Bueno, sin enrollarme más:
Los requisitos eran: Elegir 7 blogs o sitios de internet que por su calidad, su afinidad o por cualquier razón hayan conseguido establecer un vínculo que desees reforzar y premiar; y debes enlazarlos en el post escrito. Escribir un post mostrando el premio, citar el nombre del blog o Web que te lo regala y notificar a los elegidos con un comentario. Opcional: Exhibir el premio en tu blog. Elijan:






(No dice nada si se puede dar otro premio a alguien que ya lo tiene :D porque mi grupo de amistad es reducido aun,... Eso, aun.
El que más me gustó es el del blog amistoso, creo que es después del amor el sentimiento más importante.

Así yo lo concedo a los siguientes (El orden no es una escala sino totalmente aleatorio):

Memmis
Guacimara
Anne Elliot
Grachula
Mamen
Anzhi!
El Caballero

martes, 5 de mayo de 2009

Londres, 5 de mayo, 2009

Querida Elisabeth:
Su despedida me da la capacidad de apreciar sus sentimientos en estos días y solo quería decirle que sea valiente en estas horas de incertidumbre.
Nadie ha de tener nada en contra de usted. Su conducta es intachable, y si así fuera, mis prejuicios hacia usted están enterrados tiempo ha y su amistad me importa más que cualquier crítica.
¿Han tenido noticias de su hermana? Espero que si no es así, no tarden en darse buenas nuevas y se arregle todo de la mejor forma.
Me gustaría saber por una carta suya de regreso como están usted y Jane en estos días.
Por mi parte me encuentro de viaje arreglando algunos negocios pendientes y escuché que su padre, el señor Bennet está rastreando la ciudad en busca de su hermana y del innombrable oficial. Espero que la búsqueda dé algún resultado y que la situación pase lo antes posible.

Mi carta llegará con el correo del señor Bingley a Netherfield y se la entregará un criado. Es cierto que mi amigo tiene pensado regresar, en este mes a la villa, de ahí el trasiego del que usted me hablaba en su carta. Esta vez no le acompañará Caroline que ahora se dedica a viajar por Italia para perfeccionar el idioma y hacer amistades.
Confío en que le acojan de nuevo como el amigo que es: Bingley las adora, y necesita un poco del calor y la tranquilidad del campo.

Reciba mis respetos y buenos deseos.

Fitzwilliam.

lunes, 4 de mayo de 2009

Nota apresurada, corazón apresurado

Estimado señor:

No quisiera marcharme de Derbys sin decirle lo hermoso que he encontrado todo, Dios mío, tan bien lo describió usted como lo encontramos a nuestra llegada. Mis sensaciones al conocer a Georgiana han sido de llevar toda una vida junto a ella y mis tíos le llevan a usted y su familia en gran consideración.
Sin embargo la noticia que usted conoció ayer antes de separarnos a la tarde me tiene de toda forma posible hundida, anímicamente y también en cavilaciones a cerca de toda la infamia que espera a mi familia.
Sólo debí haber afirmado todo lo que conocía sobre la historia del caballero con el que ha huído Lydia. Seremos repudiados por todas los amigos de Longbourn y mucho más allá, y el escándalo afectará sobre todo a Jane, que es la hermana mayor y la que tendrá que cargar con el lastre de encontrar a su pareja mientras suenan estas noticias horribles del comportamiento de una Bennet. Casi puedo oír los comentarios de la gente y el sufrimiento de papá con todo esto.

Su partida de ayer, aunque en un trance horrible, sin duda quiso usted dejar que dispusiéramos todo para el viaje que hemos emprendido, me dejó una extraña sensación, como si no fuera a volver a verle, y esta noche, en sueños ha vuelto a repetirse, yo tomo mi carruaje y me alejo de estas tierras con una rara certeza de que será muy difícil regresar. Me espera un largo tiempo para consolar a todos los que están en casa y rezar para que mi hermana a estas horas se encuentre bien, y no abandonada del que le prometió todo para llevarla consigo después.

Espero leerá estas letras, fruto de una noche de imsomnio y pesadilla. No quiero escribirle nuevas malas, y por eso, espere una nota mía si sucede algo positivo en todo esto, de lo contrario no perjudicaré a su nombre con una amistad que le acarrearía más de una crítica en su entorno.

Elisabeth.

miércoles, 29 de abril de 2009

I Jornadas sobre Infancia y familia




En medio de unos días de vorágine donde no encuentro la inspiración ni los derroteros por donde conducir la historia de amor que me hace más ilusión del mundo (Por encima de la mía propia a veces: Lo juro) esta servidora se dirigió ayer en la tarde a las I Jornadas sobre Infancia y Familia que se celebraron en mi ciudad. Como yo, muchos docentes y padres preocupados por la situación actual y los problemas actuales de los niños, y la conferencia se titulaba: "En la Coeducación ganamos todos/as". La licenciada en Sociología (Dña. Carmen Ruiz Repullo, nos dejó gratamente sorprendid@s de la educación que hemos recibido tod@s desde hace ya años y que nos condiciona en todos los minutos de nuestra vida.

Una anécdota que contaba era acerca de cómo los cuentos son sexistas muchas veces, sus personajes:
- El héroe (Masculino por supuesto)

- La bruja (Femenino por supuesto)

- La princesa (Femenino por supuesto)

y describía como tanto la princesa siempre era buena incluso hasta ser sumisa en todo y la bruja malvada, y ambos roles se aplicaban hasta la sociedad a nosotras, las mujeres incluso aunque no se le de importancia.

Así describía La Bella durmiente como el peor cuento en cuanto a coeducación pues trataba de una chica que pasa todo el cuento durmiendo y solo el beso de un principe azul (color asociado al sexo masculino) podía sacarla y salvarla de tal estado. También muchas veces exigimos a los hombres demasiado en esa tarea de salvadores, les cargamos de responsabilidad. Comparto completamente la idea que esta profesional expuso a cerca de la educación para chicos y chicas. Y los que me conocen dirían que no estoy siendo totalmente sincera si omito lo que sigue:


Me encanta Orgullo y prejuicio, me encanta Jane Austen y la época costumbrista en la que todo lo que narraba era un hecho. Obviamente la mujer estaba relegada de una forma oscura en la sociedad de la época pero contrariamente a lo que muchas feministas opinan no creo que Austen sea una escritora machista ni creo que degenere a las chicas hablando de galanes estupendos sino que precisamente mi novela preferida muestra a una mujer apasionada, capaz de sentir ira y pasión (Asociados desde la cultura más arraigada al género masculino) y a hombres capaces de tener tristeza y sensibilidad (Asociadas tipicamente al sexo femenino) y que en esta novela se saltan las convenciones sociales del entorno de la época
como la diferencia de clases a la hora de la unión en pareja.


He dicho. Y dicho esto, prometo que la próxima entrada debe ser una entrada en condiciones, que prosiga la historia que me he empeñado en contar entre Fitzwilliam y Elisabeth.

lunes, 27 de abril de 2009

Bienvenida

Querida Elisabeth:

Me han informado que llegará usted a la provincia mañana por la tarde y me gustaría darle la bienvenida al lugar donde nací y he crecido. Esta nota le llegará probablemente con mi criado al lugar donde sus tíos, los señores Gardiner han hecho la reserva. Llevo varios días en Londres, donde estoy resolviendo unos negocios de última hora. No acierto a decirle si podré regresar antes que den por terminada su visita pero terminaré todo lo antes que pueda.
Esperando su estancia en Derbys sea agradable y su viaje satisfactorio, le reitero mi invitación más calurosa a visitar Pemberley. Prometo que sus bosques y su lago no la dejarán indiferente.
F. Darcy

jueves, 23 de abril de 2009

Nuevas desde Longbourn


Longbourn, 23 de abril de 2009

Estimado señor:

Justo a la hora en que llegamos a casa, me dispongo a escribirle aprovechando la tranquilidad de la madrugada. Todos duermen, supongo aunque las chicas están más irritadas que de costumbre por la despedida de los oficiales. Se irán a finales de mes.

Jane, y yo misma somos ajenas a estos sufrimientos y nuestras mentes andan por otros lugares. Si le soy sincera, este baile ha sido aun peor de lo que creía porque aunque la ya señora Collins prometió acudir solo lo hizo su irritante marido, mi pariente y se ha cansado hasta la saciedad de hablar por ella de la felicidad que él mismo le suministra.
¡Pero qué hombre!

Por otra parte, desde que conozco su historia con Wickham lo menos que intento es evitarle. Ha repartido toda la noche con Kitty y Lidia, que son según mi padre, lo suficientemente tontas para sufrir por él. Papá es el único que se ha dado cuenta de que no hemos hablado en ningún momento de la noche ni compartido ningún baile, y anda extrañado porque creía firmemente que era un joven interesado en mí.

Hemos escuchado rumores que dicen que en Netherfield Park hay de nuevo actividad de idas y venidas de criados, y preparativos que pueden indicar el regreso de su amigo, el señor William Bingley.
¿Ha vuelto usted a verle?, ¿Sabe cuánto de lo que se dice aquí es cierto?
Intento que esos ecos no lleguen a oídos de Jane, pero no sé si mañana en el desayuno podré evitar que mamá lo saque a relucir. Sin duda será una nueva fuente de preocupaciones para ella.
Viajaré con mis tíos al fin, para acompañarles y cambiar un poco de aires, aunque el tiempo está mejorando el paisaje aquí en Longbourn.
Por eso, le insto a no responder a esta misiva porque Lidia tiene la mala costumbre de abrir mis cartas cuando me ausento.

En mi próxima carta espero relatarle alguna anécdota de mi viaje.

Esperando que usted y su familia se encuentren bien, se despide

Elisabeth.

lunes, 20 de abril de 2009

Desde Pemberley

Pemberley, 20 de Abril, 2009

Querida señorita Bennet:

Espero que el tiempo que de que disponga lo use para pensar al menos algo en todo lo que ya le expuse, no como una exigencia mía sino como un deseo que me conozca un poco mejor y para la tranquilidad de sus sentimientos. No soportaría que me guardase ningún rencor.
No puedo por menos que alegrarme sobre el acontecimiento del que me habla. Que los oficiales abandonen Meryton es una buena noticia en sí misma porque el carácter 'ocioso' de alguno de ellos es bien conocido. Si aunque me duela el nombrarle, hablamos de su antiguo amigo, el señor W., aun recuerdo nuestro horrible encuentro después de un año sin vernos, cuando caminaba junto a ustedes por la ciudad.

No negaré que me impresionó mal encontrarla en tan malvada compañía, pero el destino es cruel y nos reserva sorpresas a cada esquina. Me volví loco al pensar cuanto daño pudiera hacerle pues sus sentimientos son algo más que turbios y su proceder tiene el mismo color. Su mirada desafiante hizo que la viera en el peligro evidente que sufrió antes mi hermana y, no descansé hasta que usted supo toda la verdad sobre el caso.
¿Irá usted al baile después de todo? Miento si le digo que puedo asistir a ese evento porque me es del todo imposible, pero cuide bien de sí misma, se que tiene usted el mejor de los criterios. Escríbame sin embargo para confirmar que está usted bien, a pesar de que sus tíos les abandonen por su viaje.

Prométame que alguna vez podré regalarle algún libro de la biblioteca de Pemberley y si me permite la libertad, que usted pueda escogerlo en la misma estantería donde descansa hoy, como creo que sucede con cada centímetro de mi casa y de mí mismo, aunque sólo sea para ver la prueba de su sincera amistad, meta superior para este que le escribe. No se preocupe, remitiré la carta a Meryton si recibirla en el mismo Lougbourn le produce algún desasosiego. Lo último que pretendo es incomodarla y que tenga problemas debido a mis letras.

Espero absorto su respuesta que ahora es mi aire.

F. Darcy

jueves, 16 de abril de 2009

La respuesta que me pidió

Meryton, 16th April, 2009

Estimado señor Darcy:

Compuebo por qué es usted parco en palabras: Gusta de expresarse con la tinta en lugar de las antes mencionadas y revela más su carácter en el papel que en la fresca función de la danza. Pese a todo le aseguro que aun me encuentro bastante confundida con los hechos en los que me dice haber participado y todavía me pregunto como no los he confiado a alguien para aplacar mi carácter y mis nervios. Para serle sincera, esta correspondencia no me ayuda nada a mantener el secreto de sus confesiones, porque Jane espera con cada llegada del correo alguna carta de su amigo, que le explique su fugaz salida de la vecina Netherfield.
Desde allí, yo respondí su anterior misiva para evitar la extrañeza de mi familia. En Longbourn nadie está acostumbrado a que las damas escriban, y menos aun correspondencia con la posta. Mary al menos es aficionada a la poesía pero mi pasión por la lectura nunca se equiparó al arte de la escritura. Por tanto solamente devoro los libros y desde hace un mes intento escribir no se si con alguna propiedad.

Me alegra que Georgiana se encuentre bien y mi preocupación es mi hermana mayor. Cada día rezo para que Jane exteriorice su tristeza de una forma más franca para poder ayudarla. Creo que sufre de veras y mi consuelo no lo ha pedido firmemente sino que todo lo calla para sí. Albergaba esperanzas muy sinceras de que en Londres, el señor Bingley le hubiera explicado, pero se encontró con la señorita Bingley que únicamente le confirmó su frío mutismo...


Aquí está lloviendo practicamente cada día y no se puede distraer el alma con un sólo paseo, la biblioteca de mis tíos Gardiner es en este momento y en la mayoría de las horas mi verdadero hogar. Ellos me tienen como a una hija en su casa y me invitan a sabiendas de mi pasión por los libros. Pero saldrán de viaje en cuanto mejore el tiempo y temo, nos dejarán por algunas semanas para visitar las montañas del norte. Quizá mamá y Lidia estén ya pensando en el baile de despedida de los oficiales al que no se si asistiremos para salir de estos días grises.

P.D. Debo pensar que corroboro la amistad que me pedía con otra carta puesto que recibirá ésta. Comprenda sin embargo que todo acontecido es mayúsculo para mí.

martes, 14 de abril de 2009

Un gran símbolo




Pemberley, Derbyshire, 14 de abril, 2009
Estimada señorita Bennet:

Contesto a su misiva tan pronto o quizá antes de lo que mis negocios me lo permiten. Por supuesto espero que su familia se encuentre bien y que no tenga motivo alguno de preocupación en estos días.
Están siendo para mí horas de gran agitación porque Londres es un lugar demasiado 'ambientado' para mí, con demasiada gente, demasiados compromisos y demasiados bailes a los que acudir. Bien conoce mi poca afición a esta clase de eventos que para mí pasan sin conversaciones interesantes ni de otro tipo. Ya me conoce, no tengo la facultad de hablar con desconocidos. Sin embargo, mientras le escribo tengo una facilidad pasmosa de rellenar línea a línea (Podría ocupar todo el papel del mundo para contarle tantas cosas...), unas sensaciones mucho más diferentes llenan mi alma: Estar en casa, oír a Georgiana en sus prácticas musicales, nadar en el lago o respirar los bosques. Aun sospecho que me falta 'algo', a esta casa le falta alguien para que yo pueda encontrarme realmente como en casa. Espero que algún día pueda venir a visitarme, si quiere, traiga a Jane consigo. Mi hermana estará encantada de conocerlas. Su espíritu, en un pasado castigado está mejorando poco a poco, y con él también el mío. Aunque contar con su carta me ha ayudado mucho. Temí no poder explicar todo lo que debía. Prométame sólo otra más para poder contar con el tesoro de su amistad, Elisabeth.

Suyo, F. Darcy

lunes, 6 de abril de 2009

Estimado Sr. Darcy

Netherfield, 6 de abril de 2009
Estimado Sr. Darcy:
Debo agradecerle la molestia que se tomó escribiendo esta carta en la que explica sus "motivos", se justifica, quiere que le entienda.
Comprendo su preocupación y sabiendo perfectamente de sus sentimientos hacia mí, siento en lo más profundo de mi alma haberle causado dolor.
Mi condición de mujer, y de invitada en casa de mi amiga, la señora del reverendo, Charlotte ya la conoce, me obligan a seguir en todo momento los dictados de su agenda. No puedo ni debo atreverme de ningún modo por tanto a asegurarle ninguno de mis sentimientos ni de la falta de ellos a no ser por esta vía, que también usted ha usado.
Nuestro encuentro en casa de su tía, de la otra noche me permitió conocer al coronel y después de varias conversaciones con él, me había permitido hacer un suave esquema de su carácter, pero nunca intuir su forma de pensar sobre mi persona, ni la estimación que dice sentir hacia mí. Le reitero mi sorpresa y mis mejores deseos, no fue buena la forma en que el otro día conversamos, ni muy acertadas nuestras palabras. Disculpe todas las mías, debo olvidarlas pero amo demasiado a Jane y siento una pena inmensa al verla rechazada y enamorada como ella estaba, aunque es la mejor hermana del mundo y no pronuncia una sola queja en mi presencia.
No le diré nada a Jane de su intervención en la relación que mantenía con el señor Bingley, porque me temo que se apenaría mucho más sabiendo del amor de William que a mí ya me cuesta noches de imsomnio.
¡Cuán felices pudieron haber sido!
De la misma forma en que yo protejo a Jane le comprendo en su mismo caso con su hermana Georgiana, y le apremio a que siga cuidando con el mismo desvelo de circunstancias tan grises como las que me ha contado. Nunca habría esperado eso de Wickham.
Puede estar seguro de mi reserva más completa en estos temas y de que sus palabras estarán seguras en mi alma. Espero lo mismo de usted.
Quizá otra velada pueda tocar para usted alguna pieza aunque no sea una pieza demasiado alegre.
Elisabeth Bennet.

miércoles, 1 de abril de 2009

Los poetas del siglo XVI

En la España del siglo XIX, el italiano Petrarca inspira con su corriente literaria a Garcilaso y a otros poetas como Gutierre de Cetina, soldado y poeta como todos los caballeros renacentistas. Sólo vivió 37 años pero con la intensidad que da el vigor de la juventud. Algunos de sus versos:

Ojos claros, serenos,
si de un dulce mirar sois alabados,
¿por qué, si me miráis, miráis airados?
Si cuanto más piadosos,
más bellos parecéis a aquel que os mira,
no me miréis con ira,
porque no parezcáis menos hermosos.
¡Ay tormentos rabiosos!
Ojos claros, serenos,
ya que así me miráis,
miradme al menos.
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Cubrir los bellos ojos
con la mano que ya me tiene muerto,
cautela fue por cierto;
que ansí doblar pensastes mis enojos.
Pero de tal cautela
harto mayor ha sido el bien que el daño,
que el resplandor extraño
del sol se puede ver mientras se cela.
Así que aunque pensastes
cubrir vuestra beldad, única, inmensa,
yo os perdono la ofensa,
pues, cubiertos, mejor verlos dejastes.

lunes, 30 de marzo de 2009

El indomable corazón de ...


Con los avatares del destino no se puede luchar. Mi pequeña enfermó en el fin de semana propuesto para nuestro baile inaugural. La verdad, se que había muchos interesados en asistir pero NADIE trajo un soneto para mí. Estarán preocupados por los derechos de autor/a o algo por el estilo.


De todas estas circunstancias voy a colgar un anuncio en el Times, de forma que todos aquéllos que de la alta sociedad y ociosos intereses se informen para acudir a mi cita. Esta ocasión no pediré prenda (Ni soneto alguno que se precie) porque no tuvo éxito alguno mi convocatoria. Me conformaré con mandar mis letras y excusas con el correo a otros condados cercanos sobre poesía. Y la prosa y lo prosaico, los dejaré para mi vida cotidiana.

lunes, 23 de marzo de 2009

El fantasma de la ópera

Gastón Leroux me ha sorprendido con una historia superior, romántica hasta dónde a mí me es posible sentir las líneas escritas por alguien con un mínimo de sensibilidad. Aunque yo ya había tenido ocasión de leer a monsieur Leroux en el misterio del cuarto amarillo y el perfume de la dama de negro eran novelas policíacas, interesantes pero no existió en modo alguno el poder de emocionar que tiene esta novela. (Puede que algo influya mi estado anímico que ahora mismo es una esponja para un átomo de romanticismo). Hoy es mi aniversario como dicen en algún lugar, nadie se ha acordado aun pero anunciaré la inminente celebración de un baile el viernes noche próximo, al que espero acudirán todos con un regalo para mí.
Será un soneto sólo lo que les pida, pero un soneto hondo de sentimientos donde manifiesten cualquier cosa que en sus almas lata, que les rebele, que les duela o les encante. Sólo les pido el soneto. Hasta entonces, preparénse para celebrar la entrada de la primavera...

Marian

viernes, 20 de marzo de 2009

Regaladme un soneto

Esta entrada es con prisa, pero con esperanzas, espero un soneto de 'vuesas mercedes', yo os regalo uno, con estos versos:


Vaga la mía musa entre la gente,
vuelve su faz, devuelve su llamada,
confunde la memoria de esta enamorada,
evoca al aire el gesto del ausente.


Llámele AMOR por fin en el presente
libere prejuicios solo con su mirada
acérquese cuán pueda, sienta que no hay más nada...
atenace al orgullo que recorre su frente.


El deseo que es amigo del fuego y de la ausencia,
le obliga a comprender su poder en mi vida,
me lleva a querer más, agota la paciencia

de mi ser, todo pensé, maleta, corta huida...
Sólo llegué a atisbar en el bosque su esencia:
en el árbol, la flor por vos recien nacida

jueves, 19 de marzo de 2009

La hermosa campiña inglesa




Cuando el calor empieza a rondar mi ciudad, y se hace presente un día tras otro mi mente va a buscar, como sedienta la frescura de las tierras inglesas que conocí hace ya doce largos años.





Con gusto volvería por allí en cualquiera de estas horas a Dartmoor por ejemplo a contemplar de nuevo estas instantáneas. La lluvia es amiga mía, y como en la película de Pride&Prejudice2005, compartir alguna conversación bajo ella, sin más prisa que la de darse un baño caliente para entrar en calor. Un plan perfecto en un lugar perfecto.




jueves, 5 de marzo de 2009

Darcy's letter

La carta. Ah! si yo hubiera recibido esa carta... Nada me hubiera producido una mayor turbación de espíritu. Intentar comprender los motivos que su mano tenía para escribir esas letras. Como en el film de 2005, Elisabeth pudo quedar anonadada. Él no tenía por qué escribirla, su alcurnia era mucho más superior y es por eso la magnífica importancia de su paso. Después del orgullo que seguía demostrando en cada línea, explicando los motivos que le habían impedido declarar antes sus sentimientos, yo, como buena (Bueno, mala) Elisabeth leo entre los renglones:
" Confío en usted lo suficiente para entregarle mi alma por escrito ", " "Todos mis sentidos me dicen que no debo decirle todo ésto, pero mi sensibilidad me obliga a defenderme."

Palabras de peso, provocan en el Mr. Darcy interpretado por Collin Firth no dormir en toda la noche, escribiéndolas, y en la Liz de Keyra (2005) el paso de todo un día asimilándolas. Para ella, que Austen la dibuja en uno de sus paseos cerca de Rosings Park, mientras Darcy se acerca a entregarle su carta, una dificultad añadida: Ser mujer en el siglo XIX. No podía ella intentar hablar nada más con el autor de la carta, de intentarlo hubiera sido un atrevimiento buscarle, encontrarle y seguir discutiéndolo.

A Ambos solo les queda el tiempo para seguir reflexionando y ver al fin que su próximo encuentro (Será en el hermoso Pemberley) debe resultar para los dos una oportunidad de acercamiento y de mejora de caracteres. De ahí la nueva actitud de Darcy al ver a ella en su casa, y Elisabeth también intentará ser menos visceral y acoger su cariño y atenciones(Mejor demostrados) de la mejor manera. Si ser testigo de la historia como lectora es apasionante, en primera persona es, debe de ser, ... sublime.

viernes, 27 de febrero de 2009

United Kingdom


Pemberley
Chatsworth house, la casa del duque y la duquesa de devonshire, es pemberley, hogar de nuestro incomprendido pero excelente caballero. La verdad es que Jane Austen, refleja la personalidad de Mr. Darcy con todos los elementos que lleva en su mochila.La pérdida de sus padres, la elevada responsabilidad que para un joven de veintitantos deriva de cuidar a la joven Georgiana, lo bello del lugar invita a que los allí nacidos sean 'como él Es'.
Tod@s los seguidores de Jane Austen y de los maravillosos personajes que ella creó, los hacemos vivir en nuestras lecturas y demas evocaciones, para mí son diarias, a cada minuto rememoro los lugares, el lugar al fin ...
Chatsworth se puede visitar. Al igual que los exteriores, se utilizan otras dos habitaciones para el rodaje, incluida la gran escalinata del vestíbulo pintado y la galería de esculturas, donde puede observarse el busto del señor Darcy tal y como aparece en la película de 2005. Todo está como en el rodaje.

miércoles, 25 de febrero de 2009

Six hours opposite Tv

http://www.youtube.com/watch?v=hasKmDr1yrA

¿Alguna vez encontraron alguien así?

Alguien como Fitzwilliam Darcy... Tiene gracia porque a mí nadie me gana a seria, y supongo que si yo viera a alguien así enseguida empatizaría. La verdad es que creo que a las personas les importa demasiado lo que diga el resto para mostrarse serio cuando y con quién les apetece, taciturno, enfadado. Propongo que quién sea así, y lea este blog, me cuente con qué luchas se encuentra cada día, porque yo me encuentro prácticamente con las mismas, seguro.

No hay nada malo en ser huraño, pero obligas a quién quiere conocerte de verdad a esforzarse un poco.

lunes, 16 de febrero de 2009

San Valentín pasó


Espero que hayan sido para tod@s días de gloria y amor. Por aquí mi corazón ha estado acompañado de mis dos personas más importantes (Esposo e hija) y eso me ha vuelto a hacer la mujer más feliz del mundo, la semana pasada muy agobiada con el peso del trabajo.
Por otra parte, la pasión y la poesía hacen estos días sombra al prejuicio y al orgullo (Que ya era hora...) y no hay tiempo para nada más. Doy gracias a Quien deba, por todo lo que tengo. Hasta por la primavera que se avecina.


Ojos oscuros, serenos,
si de un dulce mirar sois alabados
por qué, si me miráis, miráis airados...

miércoles, 11 de febrero de 2009

Es orgullo

Me quedo con ese viaje. No tengo muchas ganas de comentar hoy. Sólo algo que ronda por mi cabeza con todo este cúmulo de sentimientos.

'Es orgullo el sentir que debes pertenecerme desde antes del momento primero,
también lo es rehusar el creer que no te merezco.'

prideandprejudice

Elisabeth on top of the world

Durante el viaje con sus tíos, el señor y la señora Gardiner, Lizzy puede experimentar más que nunca la sensación de libertad, no escuchar a su madre y el jaleo de casa le permitirá reflexionar largo y tendido sobre la declaración de Darcy. En la película homónima, aparece en un paraje de belleza arrebatadora, desde lo alto, el viento sopla...

Recuerdo mi visita a un lugar cercano en Inglaterra, del West Yorkshire, no muy lejos de Devonshire, residencia del señor Darcy. Le llaman 'the cow and the calf', en Ilkley. Es la foto que he puesto también en mi perfil.

lunes, 9 de febrero de 2009

ORGULLO Y PREJUICIO

El desencadenante de querer escribir, simplemente cruzarme con el fotograma del baile en la pantalla, que me absorbió totalmente hasta que terminó el film.

Puede que me identificase irremediablemente con el carácter de Elisabeth Bennet, o quizá hubo algo de conexión con sus experiencias vitales.

El día después busqué rauda en la biblioteca a Jane Austen, y localicé un ejemplar de orgullo y prejuicio nada gastado para mi sorpresa, y en él, una historia mucho más arrolladora que en la película, un universo mucho más "grandioso" y a la vez "íntimo" que se abría ante mí.